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Desde la antigüedad, los monasterios han sido lugares donde los buscadores podían profundizar en las cuestiones más profundas de la vida y la muerte. Pero muchos de nosotros no podemos darnos el lujo de viajar a un monasterio zen o tomarnos un tiempo libre para visitar uno. Afortunadamente no tienes que tener los hallazgos o el tiempo para ello. Puedes crear una sala de meditación como un monasterio zen en tu casa.
Los espacios en nuestros hogares a menudo se definen por las actividades que son importantes para nosotros. Tenemos espacios para comer, dormir, jugar y cocinar. Etiquetamos las habitaciones de nuestros hogares por lo que hacemos en ellas (comer, vivir, entretenerse) o los objetos que usamos en ellas (camas, televisores, baños).
¿Tenemos espacios en nuestros hogares que se sienten como zen?
Todos necesitamos un lugar especial al que podamos escapar y conectarnos con nuestro propio poder superior. Ayuda a sanar nuestra energía y nos mantiene equilibrados. En este espacio puedes reflexionar, meditar o simplemente sentarte en silencio. Un espacio dedicado recoge y enfoca tu energía, elimina la incertidumbre sobre lo que deberíamos estar haciendo (recargar, meditar, reflexionar, etc.) y, a través del hábito y la asociación, ayuda a que esta actividad se convierta en una parte constante de nuestras vidas. Al igual que un encuentro con el refrigerador evoca pensamientos de comida, y una mirada al sofá invita a recostarse cómodamente, ver su espacio de curación evocará sus anhelos más profundos y lo inspirará a desconectarse y hacer su práctica de elección.
Estarás dando un paso valiente en tu desarrollo espiritual al crear un espacio de energía en tu hogar. Será un espacio seguro para escuchar tu alma y obtener las respuestas a tus preguntas. Los espacios de sanación energética se pueden crear en cualquier lugar, incluso en un pequeño rincón de tu dormitorio. No hay reglas para crear tu propio espacio de sanación energética. Sigue tu corazón y pon todo lo que amas. El espacio debe sentirse como serenidad, debe ser un lugar donde puedas estar solo y relajado.
Sigue tu serenidad y comencemos. Aquí hay algunas ideas para crear una sala de meditación como un monasterio zen.
1. Elige una habitación o espacio que te haga sentir bien.
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Tenga en cuenta la iluminación, la tranquilidad y la cantidad de personas que transitan por él. Si no tiene una habitación completa para dedicar a su espacio sagrado, elija una esquina de una habitación o algún lugar de su jardín. Incluso puede colocar una pantalla de bambú para crear la sensación de un espacio separado.
2. Mantenga la habitación simple y despejada.
Elige algunos artículos que te traigan paz y serenidad. Algunos elementos básicos serían una almohada de meditación, una estera de yoga y tal vez una manta.
3. Añade un toque de naturaleza.
Sanar y recargar tu energía se trata de volver a conectarte con tu ser interior y tu energía. Al agregar un elemento de la naturaleza, su espacio se conecta a tierra y se infunde con el equilibrio y la armonía. Puedes colocar tu planta favorita, un jarrón de flores, una pequeña fuente de agua o cualquier otra cosa que te conecte con la naturaleza.
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4. Elige colores tierra
Una sala de meditación como el diseño de un monasterio zen tiene que ver con los colores naturales, en tonos suaves, como el blanco, el gris, los tonos beige o el beige rosa, que tienen el poder de crear una sensación de relajación y calma.
5. Calma tu alma con música.
La música no es necesaria, sin embargo, si vives en una ciudad ruidosa, la música o los cánticos ayudarán a traer tranquilidad y paz.
6. Crea un hermoso aroma.
La aromaterapia lo ayuda a mantenerse enfocado y llena su espacio con energías hermosas y relajantes. Puedes usar aceites esenciales en un difusor o velas perfumadas dentro de la habitación. Si usa velas, puede ser muy relajante simplemente observar el parpadeo de la llama.
7. Personaliza tu espacio.
Para hacer que su espacio sea más personal y tranquilo, puede agregar cualquier cosa que alivie su alma. Puede agregar campanas y campanas, una estatua de Buda, piedras de afirmación, cristales, cuentas o cualquier obra de arte que le brinde una inmensa paz y serenidad. También puedes pintar la habitación con tus colores favoritos.
Déjate llevar por tu intuición y crea tu propia sala de meditación como un monasterio zen… si tienes fotos de espacios que hayas creado, compártelas con nosotros en Instagram e intentaremos compartirlas con otros buscadores de bienestar para inspirarnos y motivarnos. .